La carne de pavo en tu alimentación diaria

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La carne de pavo en tu alimentación diaria

¿Sabias que el pavo viene de América? Es un animal originario de México y a Europa lo trajeron los conquistadores españoles. Sorprendentemente, su consumo en España siempre fue menor que en otros países europeos, aunque ahora no les vamos a la zaga.

Es un hecho. Hace ya algún tiempo que, en los mostradores de supermercados, en mercados y en tiendas de barrio, es fácil encontrar carne de pavo al peso, sobre todo pechuga. En los lineales de los supermercados también encontramos marcas como Turkey Lovers que comercializan carne fresca de pavo en distintas presentaciones. Así, es posible comer no solo pechuga, también otras piezas menos conocidas pero que resultan muy suculentas.

Del pavo es posible extraer distintos cortes que están indicados para diversos usos. La pechuga es la carne más blanca, con menor contenido graso y un mayor aporte proteico. Se comercializa entera, fileteada, y de ella también se extrae el solomillo, que es la parte interior de la pechuga, justo la zona que está pegada al costillar, y muy apreciado por su ternura.

La pierna de pavo es una pieza perfecta para asar. Con una pierna comen 3-4 personas. Su carne es de color más oscuro y es conocida como la ‘carne roja’ del ave. Gracias a una mayor concentración de tejido conjuntivo, incluido un pequeño porcentaje de grasa intramuscular, es una carne de sabor más intenso y de mordida más jugosa.

Del muslo también se extraen los jamoncitos, que son la parte baja de la pierna. En lineales se pueden encontrar al natural, con hueso y con piel. El jamoncito es una pieza perfecta para la barbacoa. Además, del contramuslo también se comercializa el secreto de pavo, un filete sin hueso ni piel que resulta especialmente jugoso y es ideal para la plancha, parrilla y brasas. También sin piel ni huesos es el churrasco, otro tipo de filete, que se presenta con especias, y procedente del contramuslo. A la plancha, sin más, es una pieza deliciosa. La chuleta de pavo también es un corte del contramuslo ideal para plancha, parrilla o brasas. Y con carne de la pierna se hace el ragoût, un corte especial para hacer estofados.

Como el ala del pavo es grande, de ahí se despieza la blanqueta, una pieza de carne blanca, con hueso y piel, perfecta para elaborar todo tipo de guisos o arroces. Para que nos hagamos una idea de su tamaño, esta es del tamaño de un muslo de pollo de corral, y eso que solo es parte una parte del ala, y es una pieza carnosa.

Lo interesante del pavo es que la mayoría de recetas con protagonismo cárnico, por ejemplo, carne de cerdo o ternera, pueden elaborarse con pavo. En los guisos no requieres cocciones largas para resultar una carne tierna, a la plancha no requiere aderezo alguno, y es perfecta para para las brasas. Además, es una carne con muy pocas calorías, mucha proteína y, en general, unos valores nutricionales muy apreciados. Otro dato a favor del pavo es que es una carne económica, apta para todos los bolsillos y cuyo consumo habitual no está reñido con ninguna dieta saludable.