9 consejos prácticos para no cargarte un día de barbacoa

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Consejos BBQ

9 consejos práctico para no cargarte un día de barbacoa

Todos tenemos un cuñao que sabe de todo, que lo arregla todo, que te toca las narices todo el rato, que farda de su último móvil/coche, que te dice “déjame a mí que tú no tienes ni idea” y, que por supuesto, conoce el mundo de la barbacoa como si se hubiera criado en la Patagonia. Para darle un poquito de caña a ese cuñao y para que tú no seas el próximo cuñao-meme de las redes, aquí te dejamos el abc de las burradas en la parrilla.

Pensar que cualquier leña vale, nooo, amore, no funciona así, ni se te ocurra usar maderas de barcos o restos del parqué que tengan barnices, o leña de pino, porque son tóxicos.

Al igual que ponerlo todo a la vez y sin ningún orden, “que ya se irá haciendo”, ¡¡¡se te fue la pinza!!! o ese día el jefe te echó la bronca y no estaba muy centrado.

Dártelas de pitmaster delante de los amigotes, pero a la hora de la verdad no sabes ni cómo se abre la bolsa del carbón, o te haces un lío con las pinzas. Vamos, que te pillan fijo fijo.

Has hecho el chuletón de tu vida y luego lo cortas en la dirección de la fibra, directamente estás castigado sin postres.

Confundir “churruscadito” con achicharradito. Repite con nosotros: no-es-lo-mismo.

Empezar el sarao con esa música que no puede faltar en una barbacoa: “La barbacoa” de Georgie Dann., que sí, que sí, que hemos crecido con su música, pero, please darling, prueba con otra cosa, aunque sea el “resistiré” ...

El chimichurri es una salsa argentina, el sirimiri es otra cosa, pero si lo quieres añadir a la carne allá tú.

Pensar que en la brasa todo queda bien. El chorizo de mala calidad seguirá siendo de mala calidad. Y no nos referimos a ningún político.

Presumir de entendido en los puntos de la carne porque has ido dos veces a un asador argentino y en una ocasión, hace un siglo, te comiste un villagodio en el norte de España. Va a ser que no es suficiente para entender de eso, ni de nada. Se aprende practicando.

Que conste que te lo avisé...